Las fracturas vertebrales son lesiones que afectan a los huesos de la columna vertebral, causando dolor, deformidad y posibles complicaciones neurológicas. Estas fracturas pueden ocurrir por traumatismos, osteoporosis, tumores o infecciones. En este artículo te explicaremos cuáles son los síntomas de las fracturas vertebrales y cómo se diagnostican y tratan.
Los síntomas de las fracturas vertebrales dependen del tipo, la localización y la gravedad de la lesión. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Dolor intenso en la zona afectada, que puede irradiarse a otras partes del cuerpo.
- Limitación de los movimientos de la columna vertebral, especialmente al flexionar o girar el tronco.
- Deformidad o acortamiento de la columna vertebral, que puede provocar una postura encorvada o una joroba.
- Pérdida de altura o estatura.
- Compresión de la médula espinal o de las raíces nerviosas, que puede causar entumecimiento, hormigueo, debilidad o parálisis en las extremidades inferiores, problemas urinarios o intestinales, disfunción sexual o dificultad para respirar.
El diagnóstico de las fracturas vertebrales se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen. Entre estas últimas, las más utilizadas son las radiografías, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM). Estas pruebas permiten evaluar el estado de los huesos, los discos intervertebrales, los ligamentos y los tejidos blandos que rodean la columna vertebral.
El tratamiento de las fracturas vertebrales depende de la causa, el tipo y la gravedad de la lesión. El objetivo es aliviar el dolor, corregir la deformidad, prevenir las complicaciones y restaurar la función de la columna vertebral. Entre las opciones terapéuticas se encuentran:
- El reposo relativo, que consiste en evitar los movimientos que agraven el dolor o la lesión.
- Los analgésicos y antiinflamatorios, que ayudan a controlar el dolor y la inflamación.
- Los dispositivos ortopédicos, como los corsés o las fajas, que brindan soporte y estabilidad a la columna vertebral.
- La fisioterapia, que incluye ejercicios para fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral, mejorar la movilidad y prevenir el deterioro óseo.
- La cirugía, que se reserva para los casos más graves o que no responden al tratamiento conservador. La cirugía puede consistir en fijar los fragmentos óseos con tornillos o placas, reemplazar los discos dañados por prótesis artificiales o inyectar cemento óseo en las vértebras fracturadas para restaurar su altura y forma.
Las fracturas vertebrales son lesiones graves que requieren una atención médica inmediata. Si presentas alguno de los síntomas descritos en este artículo, consulta a tu médico lo antes posible. Recuerda que una detección precoz y un tratamiento adecuado pueden mejorar tu pronóstico y tu calidad de vida.