La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago articular, causando dolor, rigidez e inflamación. Si bien no existe una cura definitiva, existen tratamientos efectivos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué es la artrosis de rodilla?
La artrosis de rodilla es una enfermedad articular degenerativa que se produce por el desgaste del cartílago, el tejido que recubre los extremos de los huesos y permite un movimiento suave. Con el tiempo, este cartílago se desgasta, provocando fricción entre los huesos y causando dolor e inflamación.
Síntomas de la artrosis de rodilla:
- Dolor: El dolor es el síntoma más común y suele empeorar con la actividad física.
- Rigidez: La rigidez matutina o después de periodos de inactividad es característica de la artrosis.
- Hinchazón: La rodilla puede inflamarse debido a la acumulación de líquido.
- Limitación del movimiento: La artrosis puede limitar el rango de movimiento de la rodilla.
Causas de la artrosis de rodilla:
- Desgaste natural: El envejecimiento es el factor de riesgo más común.
- Sobrepeso: El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones.
- Lesiones previas: Las lesiones en la rodilla pueden acelerar el desgaste del cartílago.
- Factores genéticos: La predisposición genética puede aumentar el riesgo de desarrollar artrosis.
Tratamiento de la artrosis de rodilla:
En Fisiomedici ofrecemos tratamientos personalizados para aliviar el dolor y mejorar la función de la rodilla. Nuestros tratamientos incluyen:
- Fisioterapia: Ejercicios terapéuticos, terapia manual y modalidades terapéuticas para fortalecer los músculos, mejorar la flexibilidad y reducir el dolor.
- Proloterapia: Estimula la regeneración de los tejidos dañados, reduciendo el dolor y mejorando la estabilidad articular.
- Órtesis y férulas: Ayudan a estabilizar la rodilla y reducir la carga sobre la articulación.
Prevención de la artrosis de rodilla:
- Mantener un peso saludable: El sobrepeso es un factor de riesgo importante.
- Realizar ejercicio regularmente: Fortalecer los músculos alrededor de la rodilla ayuda a proteger la articulación.
- Usar calzado adecuado: Un buen calzado puede reducir el impacto en las rodillas.
- Evitar actividades que sobrecarguen la rodilla: Limitar las actividades que causen dolor.